El origen del problema se origina en la falta de información que tenemos sobre un correcto mantenimiento del neumático.
La solución más común sería cambiar la rueda pinchada por la rueda de repuesto que transportan nuestros vehículos; pero algo tan simple como esto normalmente no es posible por falta de herramientas, por no querer mancharnos o por desconocimiento del método, ya que la mayoría de autoescuelas no se molestan en enseñar algo tan básico e imprescindible.
Otro gran problema es que hoy en día cada vez son más comunes los coches que salen al mercado sin rueda de repuesto, ya sea para abaratar el precio o por haber sido sustituido por un kit de reparación que nadie conoce.
¿Que hacer? Os ofrezco una solución rápida y sencilla.
Existen unos tipos de sprays Anti-pinchazos que vienen muy bien en casos como estos.
Su funcionamiento es simple:
- Retiramos el clavo u objeto punzante que ha causado el pinchazo, de haberlo o encontrarlo.
- Roscamos la boca del spray a la válvula de la rueda y pulverizamos para llenarla.
- Una vez introducido el gas, desenroscamos. Es recomendable acercarnos a una estación de servicio o gasolinera para completar con aire la rueda hasta su nivel optimo de presión. MUY IMPORTANTE no conducir a una velocidad superior a 40 km/h al menos durante 5 minutos, hasta que el gas del spray no se haya extendido uniformemente por toda la cámara de la rueda; ya sea de camino a la estación de servicio o prosiguiendo nuestro camino.
En casos puntuales, si se dan unas condiciones muy concretas (rueda en buen estado, pinchazo pequeño, etc) la rueda puede quedar perfectamente arreglada. Pero normalmente, la duración del gas es finita. Por eso, es recomendable cambiar la rueda cuando sea posible.
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