La
batería es un acumulador y proporciona la energía eléctrica para
el motor de arranque de un motor de combustión. Además el voltaje
eléctrico no puede reducirse considerablemente durante el proceso de
arranque. Por eso las baterías disponen de una resistencia interior
pequeña.
Montaje
Las
baterías son circuitos en línea de células acumuladoras de plomo
con un voltaje nominal de 2,12 V (voltios) por unidad. Para conseguir
un voltaje nominal de 6 V o bien 12 V se necesita un circuito en
línea de 3 o bien 6 células por batería. Las baterías se dividen
en baterías de líquido (ácido), de vellón y de gel.
Problemas
y manipulación
Ácido
y tóxico
Los
electrodos se componen de plomo y son por ello tóxicos. El contenido
de ácido sulfúrico es muy corrosivo. Por ello se recomienda mucha
precaución a la hora de manipular baterías. El electrolito (ácido
sulfúrico y un poco de agua) es altamente tóxico para el medio
ambiente. En caso de contacto con el ácido u otros productos
químicos de las baterías se debe, lavar con abundante agua la zona
afectada, e ir a un servicio de urgencias médicas de inmediato.
-Influencia
de la temperatura
Al
llegar el invierno las baterías terminan su ciclo ya que la pérdida
de capacidad es mayor a bajas temperaturas y a menudo no pueden
proporcionar un arranque prolongado a temperaturas reducidas. A -20
°C solo está disponible la mitad de la capacidad normal. Al mismo
tiempo la baja temperatura del aceite del motor hace el proceso de
arranque más difícil. Por eso en lugares con inviernos muy duros se
desmonta la batería durante la noche para depositarla en un cuarto
caliente.
-Sobrecarga
Un
problema adicional es el sobrecargado de la batería. Un cargador y/o
regulador que no esté debidamente calibrado puede llevar a la
sobrecarga. Durante la carga el sulfato de plomo se transforma tanto
en plomo como en dióxido de plomo; pero ya que la corriente de carga
sigue fluyendo en exceso, se ataca al plomo de la malla.
-Voltaje
de carga, emisión de gases
El
voltaje de carga debería ser de entre 13,8 y 14,4 V a una
temperatura de entre 15 y 25 °C. Si el voltaje de carga es superior
a 2,4 V por célula (en el caso de baterías de 12 V son en total
máx. 14,4V) entonces hay peligro de corrosión de la malla, cosa que
se puede observar visualmente por la emisión de gases. Por eso la
batería no debe cargarse hasta el máximo con corrientes altas.
-Peligro
de explosión
Este
fenómeno se produce debido a la descomposición electrolítica del
agua que se encuentra en el ácido sulfúrico. Como resultado de este
proceso se forman oxígeno e hidrógeno, los cuales dan lugar a
oxihidrógeno, de alta explosividad.
-Nivel
de líquido/Limpieza
Las
baterías que no precisan de mantenimiento se deben inspeccionar de
forma regular para comprobar si el nivel de líquido es el adecuado.
El nivel del líquido debería estar a 10 mm sobre el nivel canto de
las placas. Quien realice esta inspección se dará cuenta de que las
placas, especialmente después de estar el coche en funcionamiento,
despiden un poco de gas. Este es un indicador de que el agua se
gasifica y por ello se pierde. Si el nivel del líquido disminuye de
forma que las placas no están totalmente cubiertas, entonces la
capacidad de la batería disminuye y la zona seca se deteriora de
forma irreversible. La solución al problema puede parecer obvia:
reducir el voltaje de carga, para que la batería no despida gases.
La reducción del voltaje de carga en 0,1 V provoca que la batería
no se cargue del todo además de otras consecuencias de mayor
gravedad.
-Carga
demasiado reducida
El
error más frecuente es aplicar una carga de la batería menor de la
nominal. La batería se descarga también poco a poco en caso de que
no se use, especialmente si está conectada a un vehículo, ya que
este precisa también en caso de no estar en funcionamiento de
corriente (denominada de dormir) para abastecer a algunos
dispositivos electrónicos (denominados centralitas electrónicas)
como el reloj o la alarma.
-Daños
por falta de uso
Durante
este proceso se forma sulfato de plomo en las placas. A simple vista
parece una reacción en forma de polvo, pero se trata realmente de
diminutos cristales. Estos tienen una superficie importante, que
hacen posible una reacción rápida durante la carga. Si el vehículo
está un tiempo prolongado sin funcionamiento, entonces se forman
cristales duros de mayor tamaño. Este proceso reduce la capacidad de
la batería, además los cristales apenas pueden destruirse aplicando
voltaje. Todo ello conlleva una caída drástica de la capacidad de
la batería, que se denomina Sulfatación de cristales gruesos, y que
a la larga supone el fin de la vida de la batería. Es por ello
importante comprobar que la batería esté lo suficientemente
cargada. Este problema se da especialmente en vehículos que solo se
usan de forma ocasional, por ejemplo motocicletas, caravanas o
lanchas motoras, máquinas quitanieves.
CREADO POR: CARLOS ARTURO OGALLA VALVERDE
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